¿Nos estamos quedando sin fashion icons?

El otro día, mientras estaba en nomeacuerdocuál red social me encontré con una frase que decía algo así: ya no hay más fashion icons. Para que se entienda, vamos a dar más contexto. 

Esta frase la leí en una publicación sobre los looks que se vieron en la última edición de los Globos de Oro. Este año, muchas de las actrices nominadas o invitadas eligieron vestidos que nos teletransportaban directamente a la era del Old Hollywood. Por ejemplo, Ariana Grande, nominada a Mejor Actriz de Reparto por su rol en Wicked, lució un vestido de Givenchy de 1966 que evocaba de inmediato a Audrey Hepburn. (De hecho, no faltaron quienes interpretaron este look como una campaña para encarnar a Hepburn en un posible biopic).

Otro ejemplo fue Anya Taylor-Joy, quien llevó un vestido y un chal de la colección Dior diseñada por John Galliano en la primavera de 1998. Su estilismo fue una clara referencia a la sofisticación de figuras como Elizabeth Taylor o Marlene Dietrich.

De todas formas, si también pensamos en otras red carpets de años anteriores, podemos llegar a las siguientes conclusiones:

1- Cada vez más celebridades optan por piezas de archivo. Antes, imponer tendencia significaba ser la primera en usar las últimas creaciones de un diseñador codiciado. Hoy, las piezas vintage y de archivo ganaron protagonismo.

2- Muchas famosas reinterpretan looks icónicos del pasado. Como ejemplo, tenemos a Dua Lipa homenajeando a Cher en los Grammys 2021 o a Sabrina Carpenter evocando a Madonna en una de sus más recientes apariciones.

Con todos estos ejemplos, creo que se empieza a entender el punto que quiso hacer ese usuario de redes sociales, y en el que quiero detenerme hoy. La realidad es que no es fácil que te recuerden por un look, o que inmediatamente te asocien con una prenda o estilo. No todos pueden ser Marylin y que piensen en vos cuando ven labios rojos, un vestido con movimiento o un bob clásico. Construir un estilo personal requiere, entre muchos otros aspectos, constancia. El público tiene que verte reiteradamente usar esas prendas o accesorios con las que querés que te asocien para lograr que, eventualmente, se conviertan en parte de tu propia personalidad. 

¿Pero qué es lo que está ocurriendo hoy en día? 

Más allá de la moda, si miramos un poco alrededor, nos damos cuenta de que estamos atravesando una era marcada por la nostalgia. Lo vemos en el cine, con biopics de artistas legendarios, adaptaciones de clásicos o la enésima secuela de una franquicia exitosa. Lo mismo ocurre en televisión, donde cada año aparecen nuevos reboots o precuelas. Incluso a nivel local, en Argentina podemos ver este fenómeno: Rebelde Way regresa al teatro, Cris Morena lanzó una secuela de Floricienta y Olga organizó un Cris Morena Day.

¿Por qué, como generación, seguimos regresando al pasado? Quizás porque encontramos en esos momentos una sensación de simplicidad que nos reconforta en un mundo que parece cada vez más complejo. Hay una frase de Borges que me viene a la mente y que resume este sentimiento (sí, esta sí me acuerdo de dónde viene): “Cuando uno extraña un lugar, lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar; no se extrañan los sitios, sino los tiempos.”

Ahora bien, volviendo a la moda. Obviamente, no es fácil predecir quiénes van a ser iconos de la moda de acá a treinta años, como también sería falso decir que hoy en día ya no hay personalidades que impongan tendencias. Pero no deja de ser cierto que, cuanto más volvamos al pasado, cuantos más homenajes queramos rendir a través de la moda, dejamos de escribir nuevas historias para el futuro. 

No me quiero contradecir, soy siempre la primera en afirmar que la moda debe ser lúdica y representar un proceso a través del cual podamos divertirnos y contarle al mundo quiénes somos. Pero no puedo evitar pensar que estaría genial ver en las red carpets algo más que homenajes al pasado. Que empecemos a construir propuestas nuevas que, en el futuro, otros quieran referenciar.

¿Nos estamos quedando sin fashion icons?

En respuesta a la pregunta inicial: no, no creo que nos estemos quedando sin fashion icons. Decirlo sería una afirmación demasiado radical. Lo que sí creo es que, como sociedad, deberíamos animarnos a mirar un poco más hacia adentro en lugar de tanto hacia atrás. Tanto quienes pisan una alfombra roja como quienes simplemente caminamos por las calles de nuestra ciudad tenemos la oportunidad de explorar y construir algo propio, algo que hable de este tiempo y lugar.

Al final del día, la moda no debería ser solo un espejo del pasado, sino una ventana hacia lo que está por venir.

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